La pandemia de 2020 demostró, entre otras cosas, que vivimos en la época de la espectacularidad pop. Cualquier cosa que sea lo suficientemente visible es susceptible de ponerse en una chapa. En España, Fernando Simón, que había dedicado todas su vida a campos tan populares como la epidemiología, empezó a ver su cara en camisetas. Los de El País lo subieron en una moto y le hicieron un reportaje como si fuese un actor nominado. Es como una mutación del aforismo de Hegler. Lo real no solo es racional: también es carne de meme.
Empezamos a ver gráficos como locos. Algunos conceptos de estadística se popularizaron. La gente empezó a hablar del momento en el que se llegaría a aplanar la curva con la misma convicción con la que se sugerían métodos de entrenamiento para optimizar el rendimiento de Dembelé.
En ese panorama alcanzó popularidad Kiko Llaneras, antiguo profesor de universidad metido a periodista. Llaneras ya estaba en El País antes del Covid, pero se ganó el cielo de la fama con gráficas que comparaban la evolución del virus por países, por ciudades, dónde y cuándo subía y bajaba…
Llaneras se convirtió en una estrella o, lo más parecido que puede haber a ser una estrella en el periodismo actual. Cuando el interés por la epidemia desapareció empezó a escribir un poco de todo. Escribe mucho de fútbol, pero también de la guerra en Ucrania o de las elecciones en Andalucía. De vez en cuando deja salir una vena futuróloga, esa vena que parece inevitable en la gente acostumbrada a tratar con los datos, pero tiene buen criterio y reserva las predicciones frívolas para cuestiones frívolas. Montó un modelo predictivo para el mundial que decía que lo ganaría Brasil, Francia o Argentina. Esa información te subes a un taxi y te la dan, pero bueno. A España le daba las mismas posibilidades en Octavos que en fase de grupos, así que el modelo, funcionar, funciona.
El talento de Llaneras consiste, sobre todo, en darle forma a los análisis de datos. Llaneras es, sobre todo, un traductor, alguien que sabe pintar números y ponerles palabras. Parece fácil, pero no lo es. Si Llaneras se aburre del periodismo tiene un hueco en el mundo de la publicidad.
Te interesa
Quieres un libro de divulgación. El libro no es -ni quiere ser- técnico, pero no elude ciertas complejidades. Es más una reflexión sobre la importancia de los datos que una lección sobre ellos. Llaneras escribe bien, así que el libro se lee con mucha comodidad
No es lo tuyo
Estás buscando algo en plan “estadística for dummies”. No va por ahí.
